los años

me rio cuando desciendo mis escaleras brillantes
de esas de caracol, por lo lentas
caigo en marismas, en aficiones rectangulares
observo crepúsculos, los analizo, los retengo en mi memoria
luego me ilumino por ellos durante mis largas noches
donde no hay agobio ni insomnio, ni caricias,
cómo quisiera lo que sea que fuera en ese estado

me recuerdo cuando corría libre y salvaje
y si, sólo sabía correr a tus brazos
el tiempo no ha variado un ápice la necesidad de tus labios
a veces, es cierto, te extraño,
y a veces no me doy cuento cuando no lo hago
sólo quisiera ser esa hoja seca que abandona su árbol
tal vez podría sentir con suerte la suavidad de tus pasos

me dispongo a encerrarte en baúles carcomidos y sin oxígeno
pero ahogarte sería un suicidio
ya ves, no me he vuelto un absurdo todavía
sino un loco demente orate enfermo masoquista rudo
amante experto olvidado triste malhumorado cansado
y lo siento, ya no te incluyo en mis oraciones
aunque no es tan necesario, velaré por ti a través de los años

años que nadie ha autorizado

durante un segundo

quisiera esta noche, ahora que he captado tu atención, acompañarte durante un segundo en tu pensamiento, creo sentir que me piensas y te hieres, pero te repito, sólo quiero que me pienses y me beses...

el tiempo suficiente

como si estuvieras esperando por mi,
como si no te hubiera visto en mis pesadillas
mirandome a los ojos viendo como me consumía,
como si las noches no fueran más largas
como si los días no fueran más largos
como si respirar sin ti sea lo más fácil
como si el invierno no fuera mi única alegría

he estado solo el tiempo suficiente

mirando por la ventana

los momentos ancestrales han dejado vacía mi mente
de las imágenes que busco para recordar que me dueles,
no lo sé, tal vez mi locura ya no tenga remedio,
tal vez crezca como mala hierba, como mi pelo, como mis ojeras
y las horas que no dejan de pasar

estoy aquí mirando por la ventana, y no, no te veo
sólo siento el aguijón de la fatiga de tu cuerpo y tus besos
lamentando que mi vista se desvanezca sin formas sutiles
ni transparencias que al menos adornen mi camino soleado
tan lejos del infierno y de tus brazos

en mis sueños

alcancé a rozar tus alas
cuando te elevaste al cielo con miradas nocturnas
bajé del carrusel de tus recuerdos
y me encontré a mi mismo
temblando y sollozando sobre tu tumba
imaginaria

alcancé a gritarte dos palabras
que se fueron envueltas en el silencio
haciendo tirabuzones epilépticos
y gestos de amor con matices obscenos

alcancé a divisar tu figura
en los límites del bosque en las tinieblas
me corrigió el suspiro matutino
de nombres anónimos en los troncos viejos
me derritió el delirio en la penumbra
me perdí mil veces, dando vueltas en la niebla
busqué en el fondo de mis cajones vacíos

te encontré, ¡oh, si! por supuesto te encontré
reconocí tu espalda y tus cabellos peinados
y recordé que es así como te veo en mis tristes sueños