despedirme de ti

Vengo de un lugar donde no existes,
ni siquiera por las noches
vengo a través de mis estrellas desveladas
que aceleran mi marcha cansina con su fuego
me destruye, como lo hiciste ayer
y el día antes de eso y como siempre.
No pude verte a través de tus pupilas vacías
ni por las sombras de tus cabellos rubios
donde me bañaba eternamente...
tampoco pude desandar los caminos
constantes, delirantes, recalcitrantes
ya ves, te sigo viendo a mi manera
como si todo este tiempo no hubiese existido
nunca.
Ya no olvido que espero verte y saboreo tus labios
ni tu suave cuerpo, ni tu tibia piel
ni las voces en tus lides amorosas...
creo que buscaré en la calma solitaria
la compañía eterna de tenerte siempre en mi cabeza.
Algún día, ya verás, podré despedirme de ti
con un beso... y sin ideas

la memoria

oda a la memoria,
a la que olvida
se agota, se agita
tiembla y me invita
a desviar la vista
mientras tanto la vida
sonriente... termina

como ayer

bajé hasta las ramas más bajas
de tu existencia en mis sueños febriles,
vi tus manos haciendo señales
de auxilio, de adioses, de cariños,
mastiqué mi rabia, mis palabras
las medidas de tu cuerpo tibio y suave,
recordé sabores, frustraciones
y aquella vez que me dijiste, tierna
que ya no me querías...